Carnaval

Carnaval

El Carnaval de Santa Cruz de La Palma comienza el viernes anterior al Miércoles de Ceniza y se prolonga hasta la noche del sábado y la madrugada del domingo siguiente, conocido como Domingo de Piñata. En su variado programa nunca falta la apertura con un desfile infantil, las tradicionales verbenas en la calle, la fiesta de la peluca, el Desfile de Embajadores y el Entierro de la Sardina.

Pero no cabe duda de que la fama y la originalidad del Carnaval de Santa Cruz de la Palma ha sobrepasado las fronteras insulares gracias a las celebraciones del Lunes de Carnaval. Durante esa jornada, toda la ciudad revive multitudinariamente la llegada de Los Indianos nombre con el que se conocía en Canarias a los isleños emigrados a América que retornaban a las islas. Una curiosa batalla de polvos de talco recibe a los que regresan portando jaulas con loros, baúles, gigantescos habanos y espejuelos, mientras la música caribeña no para de sonar. Las monumentales calles O’Daly y Pérez de Brito así como la Avenida Marítima soportan estoicamente a los empolvados y pasarán algunos días antes de que los adoquines recobren su estado original.

En el municipio de Los Llanos de Aridane, los polvos de talco – al igual que en el resto de la isla – se tiran espontáneamente y por sorpresa, se conozca o no al sufrido espectador. En 1993 se incorporó al programa oficial de festejos la añeja tradición de Las Viejas a Caballota. Son unas figuras dobles, mitad viejas y mitad caballeros, en la que el personaje masculino simula ir montado sobre el femenino, mientras ambos bailan una polka grotesca.

Una fiesta que ha ido ganando peso a lo largo de los años en este municipio es La Gran Polvacera.

Pasado el Lunes de Indianos, a la fiesta carnavalera le queda todavía mucho recorrido. Las verbenas se multiplican durante toda la semana y los palmeros aprovechan para competir en ingenio con sus disfraces, que en algunos casos llevan preparando durante meses. El viernes comienza el llamado fin de semana de piñata, la última gran ocasión para lucirlos.

El tradicional acto de cierre del Entierro de la Sardina se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la fiesta, sobre todo en los municipios de Santa Cruz de la Palma, San Andrés y Sauces y Barlovento (su fecha de celebración varía radicalmente de unos lugares a otros). El acto consiste en la quema de un gigantesco pescado de cartón piedra, que se convierte en símbolo del final de la diversión.
Decenas de viudas despiden al supuesto difunto con aparatosos gritos de desconsuelo. Todo acaba en una espectacular traca de fuegos artificiales, que se prolonga de nuevo… en una gran verbena.