Una flora tan única como espectacular

Una flora tan única como espectacular

Visitlapalma

La Palma es una isla bendita en fragancias. Del paradójico aroma dulzón de los salaos al mentolado frescor de los pinares, sus campos aturden al visitante con un catálogo cuasi infinito de bálsamos. Son las manifestaciones más evidentes de una biodiversidad que alcanza proporciones inimaginables. El resultado de la libre evolución de sus especies vegetales, aisladas durante cientos de miles de años

La biodiversidad de la flora de La Palma se debe a su aislamiento geográfico y a sus numerosos microclimas. Cuando la isla emergió del océano, hace unos dos millones de años, muchas especies mediterráneas, del norte de África y de las Islas Canarias más antiguas colonizaron el nuevo territorio, donde evolucionaron hasta convertirse en especies diferentes de las originales.

En función del clima y la altitud, la flora se agrupa en diferentes pisos de vegetación, determinados por la orografía y el predominio de unas especies sobre otras. Existe un importante número de especies endémicas situadas en los diferentes pisos de vegetación, lo cual convierte a la isla en un hermoso jardín botánico.

En el litoral, nos encontramos con especies que se han adaptado a su bonita costa acantilada y a las condiciones de vivir cerca del mar y de una radiación solar fuerte. Algunas son: la siempreviva de mar (Limoniumpectinatum) y la lechuga de mar (Astydamia latifolia). Entre los 100 y los 400 metros de cota la vegetación se compone, sobre todo, del tabaibal-cardonal, elverode (Kleinianeriifolia), la vinagrera (Rumex lunaria) y el cardoncillo (Ceropegiadichotoma).
En las zonas de medianías (entre los 300 y los 700 metros de altura) los primeros árboles aparecen representados por especies como el drago, la sabina, la palmera canaria.

Sobre los 700 metros de altura encontramos el monteverde (con especies como la faya o el brezo) y la laurisilva, que precisan de más humedad.

Más arriba, el protagonista absoluto es el pino canario (Pinuscanariensis), especie capaz de medrar en suelos de baja calidad y de crecer desafiando la verticalidad de los riscos. Además, es resistente al fuego. Un sotobosque disperso de amagantes (Cistussympithifolius) y corazoncillos (Lotus hillebrandii).

Por encima de los 2.000 metros el abundante codeso (Adenocarpusviscosus), el retamón (Genista benehoavensis), la retama (Spartocytisussupranubiuso la joya de la corona es la exquisita violeta o pensamiento de cumbre (Viola palmensis), cuya fragilidad es sólo aparente.

Un apartado especial lo configuran los tajinastes. Que durante su época de floración tiñen de hermosos colores el paisaje agreste de la cima isleña.

En una isla con la orografía de La Palma, no podemos dejar de mencionar a la vegetación de risco, que crece desafiando a la gravedad, siendo en ella el bejeque(Aeoniumspp) el rey

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